>>9250
>Jabbar
Se levanta de la silla en la que se encontraba sentado, tan cómodo y apacible como no lo había estado desde hacía mucho tiempo. Disfrutaba de esos pequeños momentos de calma antes de tener que entrarse a tiros con alguien más. Ya había reposado la comida desde hace rato, no habría problemas entr él y su cuerpo a la hora de una incursión típica con las armas por delante de las cuales ya estaba acostumbrado. Jabbar miró al mexicano, ya sabía todo eso, El Coronel se lo había explicado no nace mucho, en realidad, Jabbar no era ni líder ni alguien que pudiera dar órdenes en el Cártel/Mafia en el que se encontraba, eso era tarea de El Coronel y del Jefe de la organización criminal, sin embargo, para las cuestiones tácticas y de batallas, siempre tendían a recurrir a él. No se molestaba, le gustaba ser útil al menos de un modo que no fuera sólo disparar, o por lo menos, planificar antes de esto. Jabbar se llevó la mano a la cara sobándose la barba de cuatro días que tenía, pensativo, ideando un buen plan basado en toda su experiencia como gatillero. Por fin se le ocurrió decir algo, ignoró el gesto del mexicano y lo miró firmemente a los ojos.
—Me parece un buen plan. Pero tendremos que coordinar el ataque de modo que yo la aleje y del recinto y ustedes puedan entrar y salir rápidamente. Si sólo hay una será un ataque directo. Me acompañarán dos tiradores con los que abriré fuego hasta que se esconda, así haremos que retroceda y podremos darle vía libre para que ustedes consigan el material. Si hay más de una o está acompañada de sicarios, tendremos que usar un escuadrón de ataque en cada punto en el que flaqueen. Con rifles desde largas distancias hasta que sólo quede esta Coyota, luego procederemos como les había dicho.
Jabbar se quedó en silencio para esperar una respuesta. Sabía que la información de El Coronel no era errónea, pero tampoco podía fiarse al cien por ciento de ella, la guerra le había enseñado eso y ya tenía en su haber algunas experiencias de ese tipo. Agarró un vaso de whisky y bebió, no era adepto al alcohol, pero un buen whisky no se le niega a nadie. Los del Cártel/Mafia le tenían cierto respeto a Jabbar, Sabían que era un hombre peligroso, pero mientras estuviera de su lado, todo estaría bien.