>>9311
>Jabbar
El plan le parecía correcto a Martello, pero aún quedaba en el aire el camión para poder efectuar el plan; era otro de los típicos problemas que había tenido en el campo de batalla, pero Jabbar siempre lograba conseguir un vehículo cuando se necesitaba.
—Bien, de eso me encargo yo. Sólo necesito a uno de tus hombres con el cuál me pueda transportar a uno de los otros laboratorios que tiene el ATRI y conseguir un camión. Saldremos de allí y cargaremos los explosivos cerca de la presa, luego iremos hasta allí y seguiremos el plan.
Jabbar se preparó para lo siguiente. Llamó en línea directa a El Coronel y le explicó el plan, necesitaban un poco de ayuda.

Mientras, en otro sitio alejado, en una de las instalaciones del ATRI, un joven muchacho estaba sirviendo de vigilante en el estacionamiento y en la zona de carga. El muchacho se veía calmado, tranquilo, estaba devuelta en servicio, el Major Rollins lo había puesto en un buen sitio, y si lograba cumplir su objetivo, tendría un mejor puesto para él. En ese instante, sonó su teléfono, vio que el número era desconocido, pero ya sabía quién era. Contestó y la voz del Major Rollins lo saludó.
—Hola, chico, ¿cómo estás en tu nuevo trabajo? Espero estés disfrutando de la vigilancia. Mira, necesito que hagas algo por mi —la voz del Major era cautivadora, se sentía la seguridad de estar en buenas manos, firmes para sostener un país y al mismo tiempo a los desamparados soldados que este daba a luz.
—Ya me estaba aburriendo u poco Major, gracias por la oportunidad, pero me preguntaba ¿cuándo será que vuelva al campo de batalla?
—Todo a su tiempo, chico, primero, has lo que te pido, luego de esto, estarás en línea directa contra todos los enemigos del país.
—Entendido, Major, dígame que tengo que hacer.
El Major le explicó su tarea. Debía de entrar a la zona de carga y montar en un camión y llevarlo a una zona establecido en donde lo dejará en unos cuarenta minutos y luego se irá de allí. Todo eso sin hacer preguntas y sin decirle a nadie, era una cuestión más alta que no podía explicársele por ahora, pero que tendría todas las respuestas deespués. Entonces, eso fue lo que ocurrió. Lewis hizo exactamente lo que el Major le explicó a la medida. Localizó el camión, lo extrajo del ATRI y lo llevó a la zona pactada y a la hora establecida se alejó del camión para volver a su puesto en el estacionamiento. Por supuesto, apagó las cámaras y no le dijo a nadie, era imperativo que más nadie supiera lo ocurrido. Un tiempo más tarde, llegó Jabbar con un mexicano a recuperar el camión y usarlo contra las Coyotas.